El sábado, hasta las 1 de la mañana, no estaba segura si presentarme, a las 8´3o de la mañana del domingo, en el punto de encuentro fijado para la salida hacia nuestro destino, carretera de El Viso hacia Hinojosa del duque, pasando el puente del rio Guadamatilla.
Serían 14 kilómetros de recorrido circular, y no estaba muy segura de si sería capaz de aguantar la caminata, pues no estoy acostumbrada y temía no estar a la altura.
Pero al final me decidí, y esta mañana Antonio y yo preparamos nuestro pequeño tentempié, nos calzamos nuestras botas y en marcha..
El grupo ha estado bien. Amigos, conocidos y hasta hoy desconocidos, hemos compartido unas horas y disfrutado de un paisaje exhuberante: la Dehesa tras las lluvias, que se presenta en todo su explendor.
El agua que sigue fluyendo por los rebosaderos de la pequeña presa que encontramos en el arroyo Pedregoso; las avefrias que sobrevuelan los campos y nos saludan posadas sobre la fresca hierba, y como no, el motivo principal de la ruta: "El avistamiento, contemplación y disfrute de las grullas que estos dias pueblan esta zona de nuestra Comarca".
El tiempo ha acompañado bastante y el paisaje era espectacular. Lástima que mi cámara Kanon sigue averiada y solo he podido utilizar otra con la que no alcanzaba a llegar a las grullas, las cuales, alertadas por nuestro avistamiento, cambiaban su rumbo en el cielo.
Si he podido captar instantáneas de esas encinas centenarias que nos han acompañado durante parte del trayecto en un paisaje tan hermoso como difícil de describir.
Tambien, y como no, bastantes instantáneas de los integrantes del grupo y las pequeñas dificultades que nos ha presentado el abundante paso del agua por los propios caminos, y que se ha solventado con humor y simpatía por parte de todos. Adjunto, además, una imágen de un ave preciosa, que solo he podido contemplar con los prismáticos posada altiva en un zarzal: una "tarabilla común" macho. Precioso pajaro que forma parte de la guia de vertebrados de los Pedroches y cuyo nombre he aprendido hoy. Es una imágen de archivo de google, pero me ha parecido apropiado incluirla en el post.
Igualmente he descubierto, gracias a los senderistas, la existencia de una planta comestible y que llaman "fiera" (pero no sé su nombre científico), asi como la "cicuta", cuyas imágenes incluyo ( estas si son mias).
"fiera".
Cicuta (Conium maculatum)
En resumen, un paseo por nuestra dehesa siempre merece la pena. Siempre se aprende, siempre se descubre, y siempre te alegras de haber compartido unas horas de tu vida con la naturaleza.
Al final, los 14 kilómetros iniciales se convirtieron en 16, ya que el agua que transitaba por algun camino nos hizo variar la ruta, pero ahora me siento un poco mas viva y mas llena de energía, la que transmite la naturaleza que nos rodea y que tan poco respetamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario